Las camas articuladas para Alzheimer benefician la calidad de vida de los enfermos.
La calidad de vida de un enfermo de Alzheimer mejora con un entorno adaptado a sus necesidades. Las camas articuladas para Alzheimer constituyen un lugar de descanso fundamental. Más allá de ello, en la etapa final de la vida, es recomendable elegir una cama articulada. En algunos casos, el enfermo pasa mucho tiempo tumbado. Por tanto, este tipo de diseño ofrece la posibilidad de cambiar la postura corporal a través de la elevación del tronco o de las piernas.
Además, este tipo de cama articulada para Alzheimer, también protege la seguridad del enfermo ante un posible riesgo de caída durante el sueño. El Alzheimer es una enfermedad que incrementa la dependencia del paciente respecto al cuidador y la dolencia no solo incrementa el deterioro cognitivo, sino también el físico. Por esta razón, una cama adaptada a las necesidades personales del paciente no solo es un plus de bienestar para el mayor, sino que también lo es para el cuidador, que puede realizar sus tareas con mayor comodidad y salud física.
Una de las ventajas de una cama articulada es que mejora la movilidad gracias a que permite la articulación de distintas posiciones, que se pueden adaptar en función del momento. Esta característica es fundamental para reforzar la calidad de vida de quienes tienen su movilidad reducida. De este modo, gracias a la posición de las camas articuladas para Alzheimer, la persona mayor puede adoptar una postura concreta para una actividad u otra.
El modelo de cama articulada sistema trend, constituye, además, un diseño eléctrico. Se trata de un modelo que ofrece una máxima estabilidad y diseñado especialmente para enfermos de Alzheimer. Esta cama ofrece un ajuste de altura que permite bajarla hasta 7 cm. del suelo lo cual nos ofrece un plus en seguridad para el enfermo. Es un detalle muy importante, ya que los enfermos de Alzheimer, en ocasiones, se desorientan y tienden a levantarse de la cama. Esto provoca caídas, que desde una altura de cama standard, puede ser nefasto”.
Una cama de estas características es una inversión, es uno de los principales elementos que favorecen la calidad de vida del enfermo. Además, una cama especializada es fundamental para ofrecer un tratamiento fisioterapéutico a aquel enfermo que pasa la mayor parte del tiempo en ella, en la recta final de su enfermedad. Tan importante es el cambio postural del enfermo, para minimizar las molestias físicas, como tener una cama que se ajuste a las condiciones del momento.
Además, este modelo de cama articulada para alzheimer tiene barandilla de madera, que ofrece una mayor seguridad al paciente durante su descanso. Esto también incrementa la tranquilidad emocional del cuidador. No nos cansaremos de comentar, que el Alzheimer es una enfermedad que no solo afecta al paciente, sino también a su núcleo más cercano. Por esta razón, buscar los mejores medios terapéuticos supone un bienestar común para todos.
En resumen, las camas para pacientes de Alzheimer son unos complementos de calidad de vida para un descanso reparador y mejoran la higiene postural. Lo ideal es acompañarlos de colchones antiescaras, que ayudan a prevenir la formación de ulceras por presión, también denominadas UPP.