La importancia de dormir en una buena cama para un mejor y más reparador descanso con camas articuladas.
A lo largo de nuestra vida, se estima que se llega a dormir un 35 % de las horas. En consecuencia, la elección de una buena cama para nuestro dormitorio es fundamental, ya que allí transcurrirá un tercio del tiempo de nuestra existencia.
Las camas deben ser cómodas, seguras, macizas y fuertes, siendo ideales para conseguirlo las camas de madera maciza. Asimismo, debe poder proporcionar paz, placer y alivio en dosis justas y ayudar a conciliar el sueño durante la noche, los 365 días del año.
Si de una cama matrimonial se trata, este es el lugar de descanso más preciado de dos personas que, aunque duerman juntas, no tienen las mismas necesidades en cuanto al tipo, al tamaño, a la altura y a la comodidad del colchón. En definitiva, cada miembro de la pareja es independiente, tiene sus preferencias y compartir el lecho no significa que se vaya a renunciar a ellas.
Para ello, es necesario contar con una cama articulada de dos plazas (también de tamaños Queen o King Size), con espacios diferenciados para cada persona y el objetivo de respetar las particularidades (problemas de cervicales o mal de las piernas inquietas) y los gustos de cada cual, sin riesgo de molestar ni incomodar al compañero.
Si bien no es un tipo de cama privativo de personas con necesidades especiales (como las que se aconsejan a las personas con sobrepeso u obesidad) o poca movilidad, no es menos cierto que estas camas articuladas o ergonómicas, son los modelos de cama más utilizados por aquellos que necesitan un plus de comodidad a la hora de tumbarse y dormir bien.
Qué ventajas encontramos a la hora de dormir en camas articuladas
La principal ventaja de dormir en camas articuladas es que garantizan el buen descanso reparador y proporcionan el máximo confort y libertad de movimiento. Está comprobado: el cuerpo se sumerge en la cama o el somier y afuera quedan ya los problemas vitales y las molestias corporales.
En efecto, el bienestar que brinda una cama articulada (sea esta de una plaza o más) es tal que ya nunca más querrá uno dormir en un lecho de otro tipo. Se debe, principalmente, a que la tecnología puesta al servicio del descanso contribuye a optimizar las horas de sueño y permite al durmiente recuperar energías y rendir mejor al día siguiente.
Porque hay que tener siempre presente que la noche es la fábrica del día. Si el descanso es restaurador, la persona se levantará renovada y con energías suficientes para ponerse en marcha y salir adelante. De lo contrario, el día a día se torna arduo y cuesta arriba.
Además se producen en nuestro organismo una serie de beneficios, que muy pronto podrá comprobar en su día a día. Tal es el caso de experimentar una mejoría en la circulación y reflujos gástricos, reduce visiblemente el dolor articular y muscular, al tiempo que mejora bastante los tan molestos ronquidos.
En resumen, la mejor alternativa para el buen descanso es dormir en una cama articulada, ideal si además es eléctrica para una mayor comodidad y funcionalidad, que permita relajar el cuerpo y aliviarlo por completo.
Vale la pena tomárselo en serio y buscar el tipo de cama articulada que mejor se adapta a cada persona. Haz el conjunto con la de tu pareja y ¡dormid a pierna suelta!
