Las ayudas técnicas que existen hoy día, como silla para ducha o sillas inodoro, ayudan mucho a la hora de cuidar a mayores y enfermos.
El cuidado de personas con movilidad reducida puede resultar una ardua tarea. Por ese motivo, hay una serie de ayudas técnicas que facilitan la labor a los cuidadores, a la vez que proporcionan un mayor bienestar y comodidad a la persona impedida, independientemente de que se trate de una medida temporal o a largo plazo.
Entre las muchas posibilidades existentes en la actualidad, se encuentran las sillas para ducha, las sillas con inodoro incorporado y otras diversas ayudas técnicas, como andadores o camas articuladas, mecánicas o eléctricas.
Facilitar la higiene corporal mediante las sillas para duchas
Las sillas para ducha son unos elementos facilitadores de la higiene corporal en personas de movilidad reducida por parte de los cuidadores. Su uso representa una seguridad respecto a la estabilidad del paciente durante el aseo, el cual puede permanecer sentado en una superficie firme especialmente diseñada a tal efecto.
Esta circunstancia facilita las tareas de higiene del cuidador, que puede dedicarse exclusivamente a la limpieza sin tener que preocuparse por una posible caída de la persona impedida, a la vez que proporciona tranquilidad y comodidad al paciente.
Existen diferentes modelos de sillas de ducha, pero todos ellos suelen contar con algunas características en común, como los orificios para el desaguado, que evitan la formación de charcos; la estructura resistente y cómoda, para evitar caídas; y unas sólidas patas, regulables en altura y rematadas en una ancha puntera de goma, similar a la de las muletas, que impide que resbalen y evita la caída del usuario.
La discreción de las sillas con inodoro incorporado
Para las personas a las que, por tener la movilidad reducida, no les resulta fácil ir al lavabo a hacer sus necesidades, resulta muy cómodo y práctico el uso de sillas con inodoro incorporado. Estas permiten al cuidador la posibilidad de no estar tan pendiente de la persona a su cuidado y, a esta última, la intimidad de no tener que solicitar ayuda cada vez que considera que ha de realizar sus necesidades fisiológicas.
De este tipo de sillas, existen modelos muy discretos, que pueden colocarse en la habitación del paciente con la tranquilidad de que parecerán una simple butaca de salón, incluso, por su comodidad. Además, son de fácil limpieza, pues bastará con un trapo y producto limpiador de baños para dejarlas como nuevas.
Otras ayudas técnicas útiles
Hay múltiples instrumentos que pueden facilitar la vida a las personas con movilidad reducida. Entre ellos, se encuentran las camas articuladas eléctricas, las cuales proporcionan cierta independencia al paciente y permiten que él mismo escoja la postura más cómoda en la cama en la que debe permanecer mediante la regulación de la inclinación de ésta a través de un sencillo mando a distancia.
Si quieres saber más sobre las camas articuladas puedes leer este post: camas articuladas para ancianos.
